Había una vez un niño que tenía un cuaderno; ese cuaderno se lo regaló su abuela. El niño llamado Daniel era muy cariñoso, pero que muy cariñoso con su abuela, y era muy inteligente.
Un día por la tarde Daniel entró en su habitación y, como estaba la persiana bajada, escuchó un ruido muy extraño. Daniel fue a ver lo que era y vio el cuaderno que le regaló su abuela. Daniel subió la persiana y el cuaderno se despertó y dijo:
- Cinco minutos más, mamá.- mientras abría los ojos.
- ¡Eh! ¿Cómo te llamas?
- Me llamo Daniel - le contestó el niño un poco asustado y riéndose.
- Pues yo me llamo Flipi, el cuaderno mágico. Me gusta mucho echarme la siesta y soy dormilón.
Daniel le preguntó:
- ¿Por qué te gusta echarte la siesta?
- Pues porque donde yo nací, es decir, en el espacio cuadernal, mi madre me hace despertarme muy pronto. Vine aquí y tengo todo el tiempo para dormir.
Como a Daniel le pareció bien cómo era el cuaderno Flipi, decidió quedarse con él, sin contarles el secreto a sus padres. Desde entonces Flippi y Daniel son amigos y duermen juntos la siesta.
FIN
UXUE CEVALLOS
me gusta mucho tu cuento Uxue a ver si sigues contándonos más cuentitos. Narcisa su madre.
ResponderEliminarlo mismo digo lo que mas me a gustado es lo de el espacio cuadernal. naroa y amets
ResponderEliminarme gusta mucho este cuento soy Sandra
ResponderEliminarque guay soy unai
ResponderEliminarmuy divertido seguro que llegaras a ser escritora soy alisson
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