lunes, 3 de junio de 2013

LA INCREÍBLE HISTORIA DE UN BULLDOG FRANCÉS

Estaba, junto con mis hermanas, bebiendo la leche de mi madre. Unos humanos nos miraban atentamente. Nuestra madre no les quitaba ojo.
Yo era un cachorro de bulldog francés, o así me llamaban los humanos.
Pasaron los días y ya podía caminar yo solito. A mis hermanos y a mí nos encantaba jugar alrededor de nuestra madre.
Un día, los humanos empezaron a rodearnos. Mi madre les gruñó, enseñándoles los dientes. Nosotros estábamos escondidos detrás de ella. Entonces un humano me agarró. Yo luché por liberarme y ladré pidiéndole ayuda a mi madre.
Me llevaron en coche a un lugar nuevo, con olores nuevos, ruidos extraños y personas desconocidas. Me metieron en una casa. Un humano se acercó a mí. Era más pequeño que los otros. Yo tiritaba de miedo. Él me habló con dulzura y yo dejé de tener miedo. Empezaba para mí una nueva vida. Me llamaron Rex, y yo quería mucho a mi familia. Pero al que más quería de todos era a Roberto, el cachorro humano.
Él jugaba conmigo. Yo iba creciendo y ya no recordaba a mi antigua familia, porque ahora mi otra familia era la familia humana.



P.D.: Mucha gente sabe de dónde he sacado el nombre Roberto.

UNAI GONZÁLEZ

1 comentario:

  1. jajaja,unai yo si k lo se jaja. lo estas venga a decir en gimnasia.naroa

    ResponderEliminar

Tu comentario solo lo verás publicado cuando le demos el visto bueno.